La tartamudez es tan antigua como la aparición del habla y desde la antigüedad se le han atribuido diversos orígenes y tratamientos. Algunos nos parecerán absurdos, e incluso crueles a día de hoy, pero al igual que en la actualidad, solo intentaban resolver el enigma de la tartamudez, basándose en los conocimientos que tenían a mano. Aquí tenemos algunos ejemplos de como se trataba la tartamudez a lo largo de la historia.

Demóstenes, el gran orador tartamudo
Demóstenes, el famoso orador ateniense, que vivió en Grecia del 384 al 322 AC, creció con un problema de tartamudez. A pesar de ello, Demóstenes se sentía atraído por la vida pública y nada podía imponerse en su camino, ni siquiera su habla entrecortada. Para reforzar su voz, practicaba en la playa hablando con piedrecitas en la boca hasta que se le podía oír entre el ruido de las olas. También subía por colinas cargando peso en el pecho para aumentar su capacidad pulmonar.

Demóstenes (en griego, Δημοσθένης: Dēmosthénēs) fue uno de los oradores más relevantes de la historia y un importante político ateniense. Nació en Atenas, en el año 384 a. C. y falleció en Calauria, en el año 322 a. C.

Platón y Aristóteles, por Raffaello Sanzio (detalle de La escuela de Atenas, 1509).
En la Antigua Grecia, Aristóteles llegó a la conclusión de que las personas tartamudeaban porque pensaban más rápido de lo que podían hablar y señala a la lengua como responsable al ser incapaz de seguir la velocidad con la que fluían las ideas.


Es increíble que muchas de las ideas que se pensaban en la antigüedad sigan tan vigentes hoy en día. Cuántas veces hemos escuchado: “piensa antes de hablar”, “ordena tus ideas”, “hablas más rápido de la que piensas”… Incluso, cuántos de nosotros hemos puesto en práctica métodos como el de Demóstenes, manteniendo un lápiz en la boca para ejercitar los músculos de la cara e intentar hablar más despacio y pronunciando mejor, y cuántos hemos hecho respiraciones diafragmáticas para aumentar la capacidad pulmonar y hablar más pausadamente. Realmente me ha sorprendido!
Aristóteles (en griego antiguo: Ἀριστοτέλης, Aristotélēs; Estagira, 384 a. C.-Calcis, 322 a. C.)1​2​3​ fue un polímata: filósofo, lógico y científico de la Antigua Grecia cuyas ideas han ejercido una enorme influencia sobre la historia intelectual de Occidente por más de dos milenios.













Cornelius Celsus, físico y filósofo romano, pensó que la solución era hacer gárgaras con diversas especias o masticar ajo con mostaza y cebolla, a modo de estimulantes. Si los resultados no eran los deseados, le pedía al paciente que metiera la cabeza en agua fría, comiera rábanos picantes y vomitara.

Aulo Cornelio Celso (en latín, Aulus Cornelius Celsus; ca. 25 a. C.-50 d. C.) fue un enciclopedista romano, y tal vez médico (aunque no hay evidencias ciertas de esto último), nacido probablemente en la Galia Narbonense. 

En 1608, el físico Fabricus Hildanus, cirujano alemán nacido en el año 1560 y muerto en 1634. Su verdadero nombre era Wilhelm Fabry von Hilden. Su figura fue muy importante en el mundo quirúrgico alemán, por lo revolucionario de sus técnicas de operación y por la gran cantidad de instrumentos médicos que inventó, entre otros, cortaba el frenillo de la lengua, ya que partía de la hipótesis de que el anormal grosor del frenillo impedía que la lengua se dirigiera adecuadamente hacia el paladar o los dientes.


Grabado de Guilelmus Fabricus Hildanus en su libro Observationum et Curationum Chirurgicarum Centuriae, 1641.

Joseph Frank (December 23, 1771 Rastadt – December 18, 1842)
Uno de los tratamientos más sorprendentes, fue el del doctor Joseph Frank, que afirmaba que la tartamudez era un hábito depravado, y pensaba que unas cuantas palizas aplicadas con regularidad podrían resultar útiles. Increíble pero cierto!

A finales del siglo XIX, asistimos a un cambio que va del enfoque físico al psicoanalítico. Se empezó a asociar la tartamudez a crisis nerviosas y a problemas psíquicos.






En 1915, Sigmud Freud añadió que la tartamudez podría tener algo que ver con un conflicto en las funciones excrementicias, puesto que la elocución implica el acto de expulsar algo de la persona al mundo externo. Concluyó, por tanto, que los bloqueos tenían que representar una forma de estreñimiento.

Fotografía de Sigmund Freud circa 1921,1​ por Max Halberstadt.

Isador Coriat, un físico de Boston, llegó a la conclusión de que la tartamudez era una psiconeurosis severa causada por la continuación en la vida adulta de hábitos infantiles de lactancia. Llega a esta conclusión, ya que observaba en los adultos movimientos de succión y mordisqueo similares a los movimientos que realizan los bebés al mamar.

Isador Henry Coriat (10 de diciembre de 1875 - 26 de mayo de 1943) fue un psiquiatra y neurólogo estadounidense de ascendencia marroquí . Fue uno de los primeros psicoanalistas norteamericanos
Bluemel planteó que la tartamudez era un defecto auditivo, ya que cuando una persona es capaz de oír correctamente una palabra, también es capaz de reproducirla. Creía que si el sujeto habla mal es porque se oye mal y al oírse mal a sí mismo, su memoria retiene las palabras distorsionadas, estableciéndose así el circulo vicioso de la tartamudez.
Al llegar al siglo XX, se incluyó el estudio metódico de las causas de la tartamudez.

Lee Edward y Samuel Orton, desarrollaron en la Universidad de Iowa, la teoría de la dominancia cerebral, en la que se afirmaba que la tartamudez era el resultado de un conflicto entre los hemisferios derecho e izquierdo del cerebro por controlar el habla. Después de varios años de intensas investigaciones, se descubrió que la función cerebral de las personas que tartamudean no es significativamente diferente de la función cerebral de las personas con habla fluida.

Algunos terapeutas del habla trataron de explicar la dinámica de la tartamudez desde una perspectiva conductista. Los estudios se realizaron dando a los sujetos recompensas positivas o negativas, dependiendo de su capacidad para mantener la fluidez, pero los resultados no fueron los esperados. Por otro lado, los genetistas han buscando los genes que causan la tartamudez, pero hasta el momento no han podido encontrar ninguna mutación genética que pueda ocasionar la tartamudez, ni ningún mecanismo que la pueda explicar.

Con lo cual, a pesar de todas las investigaciones realizadas, todavía no se ha encontrado ningún origen ni tratamiento definitivo. Aunque el ser humano ha hecho grandes descubrimientos, todavía no ha sido capaz de resolver el gran enigma de la tartamudez.



Un día como hoy un 22 de Octubre de 1998!!!

La tartamudez o disfemia es definida como un trastorno de la fluidez del habla (no un trastorno del lenguaje) que se caracteriza por interrupciones involuntarias del habla que se acompañan de tensión muscular en cara y cuello, miedo y estrés. Ellas son la expresión visible de la interacción de determinados factores orgánicos, psicológicos y sociales que determinan y orientan en el individuo la conformación de un ser, un hacer y un sentir con características propias. Comienza, de modo característico, entre el segundo y cuarto año de vida, aunque se suele confundir con las dificultades propias de la edad a la hora de hablar. Al final, solo uno de cada 20 niños acaba tartamudeando y muchos de ellos superan el trastorno en la adolescencia. El Día Mundial del Conocimiento de la Tartamudez fue decretado el 22 de octubre de 1998 por la Asociación Internacional de Tartamudos (ISAD-International Stuttering Association). 

Con el apoyo de la especialista Milagros Valera, logopeda de Mentor Clinic y de la Fundación Española de la Tartamudez se ha querido conocer mejor de lo que hablamos cuando nos referimos a la tartamudez o disfemia, por ello en este artículo 10 circunstancias sobre este trastorno.

1. La TTM no es una enfermedad y afecta más a hombres

La tartamudez no está considerada una patología. “Se considera un trastorno o desorden de la fluidez verbal que afecta a la comunicación y no una enfermedad”, señala Valera. Entre el 1% y el 2% de la población adulta en España es tartamuda. Afecta más a hombres, de cada cuatro afectados solo uno es mujer.

2. La TTM es un trastorno neurológico y no psicológico

A día de hoy no se conoce cuál puede ser el origen o la causa de este trastorno; sin embargo, lo que sí se puede afirmar es que “la tartamudez es un trastorno neurológico y no psicológico, pero las consecuencias personales y sociales para las personas que la padecen, inciden negativamente  en el estado emocional de las mismas. Por esta razón se confunde muchas veces la causa de la tartamudez y se relaciona con cuestiones psicológicas, cuando en realidad estas son las consecuencias de como la sociedad responde en general frente a las personas disfémicas y como eso afecta a la autoestima de las mismas”, señala la logopeda.

3. La TTM suele aparecer en la infancia pero no hay que confundirla con las disfluencias

Casi el 5% de los niños presenta disfluencias desde los 2 a los 5 años y, en torno al 80%, remiten solas. En esta etapa lo común es hablar de disfluencias o interrupciones de la fluidez, más que de tartamudez.

Eso sí, hay que estar atentos ya que lo habitual es que la tartamudez aparezca en la niñez aunque “también puede aparecer en la adolescencia y, no es lo más habitual, pero puede aparecer en cualquier momento de la vida de una persona”, indica la experta.

4. A la TTM  la suelen tratar fonoaudiólogos, logopedas y psicólogos

Lo más común es que una persona con tartamudez se ponga en manos varios especialistas, principalmente un fonoaudiólogo, terapeuta de lenguaje, logopeda pero también es muy habitual contar con la ayuda de un psicólogo. Tal y como señala Milagros Valera el abordaje debe ser multidisciplinar, siempre en función de las necesidades de cada persona: “Ocasionalmente también pueden intervenir el neurólogo  y el psiquiatra, este último cuando la persona que padece disfemia no solo necesita apoyo psicológico sino también medicación”.

5. ¿La TTM tiene cura? No, porque no es una enfermedad, pero se puede mejorar la fluidez

En cuanto a si tiene cura o no, es relativo pues se indica que la TTM no es una enfermedad ni patología, sino una condición de los individuos que la padecen, en el cual desgraciadamente en estos momentos no se ha hallado farmacológica ni a través de intervenciones terapéuticas y psicológicas, pero Valera apunta que “ las personas tartamudas que inician tratamientos terapéuticas y psicológicos mejoran, tanto en la fluidez del habla como en su estado emocional”.

6. El método Lidcombe, uno de los tratamientos de la TTM más novedosos

Este método tiene su origen en Australia, “Lidocombe es un programa de intervención desarrollado como un proyecto común entre la facultad de Ciencias de Salud, de la Universidad de Sydney  y la Unidad de Tartamudeo del Servicio de Salud Bankstown, también en esta ciudad australiana”, indica Milagros.

El modelo ya se utiliza en España y su principal novedad es que se trata de un programa en el que los padres ayudan al niño tartamudo en su entorno cotidiano y familiar, siempre en un ambiente de juego, sin agobios y sin cargarle la responsabilidad de hablar diferente. El papel del logopeda se centra en enseñar a los padres a llevar a cabo el tratamiento, sin interferir en el día a día del niño, y teniendo en cuenta que cada niño y cada familia es diferente.

7. ¿Posibles causas de la TTM? Las últimas investigaciones apuntan al área de Broca del cerebro

En la actualidad existen investigaciones que en un futuro se espera que ayuden a entender el origen de la tartamudez. “Se están investigando en la Universidad de Alberta (Canadá) regiones del cerebro responsables de la producción del habla y se ha detectado en el área de Broca de las personas tartamudas un desarrollo anormal. Una interpretación de este hallazgo podría ser que esta zona no funciona tan eficientemente en las personas que tartamudean. Pero por ahora, los científicos aún no pueden decir definitivamente que la región de Broca es responsable de la tartamudez”, explica la logopeda.

8. La dificultad de la persona con TTM para encontrar empleo

Una tarea complicada hoy en día en España casi para cualquier persona se convierte en algo el doble de duro para una persona tartamuda. Hablamos de la búsqueda de empelo, sentarse a hacer una entrevista de trabajo es todo un reto para alguien con disfemia. En relación a este tema cabe señalar que el 80% de las personas que tartamudean están en paro.

Hasta no hace muchos años una clausula impedía  a este colectivo presentarse a una oposición pública, algo que ya ha cambiado desde la derogación de este punto durante el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

9. Aristóteles y Demóstenes, dos filósofos tartamudos

Demóstenes, el famoso orador ateniense, que vivió en Grecia del 384 al 322 AC, creció con un problema de tartamudez. A pesar de ello, Demóstenes se sentía atraído por la vida pública y nada podía imponerse en su camino, ni siquiera su habla entrecortada. Para reforzar su voz, practicaba en la playa hablando con piedrecitas en la boca hasta que se le podía oír entre el ruido de las olas. También subía por colinas cargando peso en el pecho para aumentar su capacidad pulmonar.

En cuanto a Aristóteles, el filósofo griego llegó a la conclusión de que las personas tartamudeaban porque pensaban más rápido de lo que podían hablar y señalaba a la lengua como responsable al ser incapaz de seguir la velocidad con la que fluían las ideas.

10. Actores y actrices que ni te imaginas hicieron frente a la tartamudez

Lo decíamos al principio, está confirmado que Marilyn Monroe era tartamuda, también Julia Roberts, Bruce Willis o Anthony Hopkin han tenido que hacer frente a este problema, cada uno utilizando su propia estrategia para lograr hablar de la forma más fluida posible, unos cantando, otros hablando más bajito, otros hablando más rápido…



Filmografía con personas con TTM!!!

En la película ganadora del Oscar, El discurso del rey de Tom Hooper se ve claramente los problemas que tiene una persona afectada al hablar en público.



El personaje William "Bill" Denbrough de la novela It de Stephen King, sufre de tartamudez, supuestamente porque cuando tenía tres años fue atropellado y lanzado contra la pared de un edificio.




El personaje de Porky de los Looney Tunes presenta este tipo de trastorno al hablar.



En la primera película de la saga literaria de Harry Potter se puede ver la tartamudez en el profesor Quirinus Quirrell, al igual que en el libro, aunque en este caso se trata de tartamudez fingida.



En La dama en el agua, el protagonista también sufre de tartamudez después de un episodio traumático, aunque se desconoce si sufría de ella desde antes del hecho o no.



REFERENCIAS:

- Loriente Zamora, Cristóbal. Antropología de la tartamudez. Etnografía y propuestas. Bellaterra
- Loriente Zamora, Cristóbal. La tartamudez como fenómeno sociocultural: una alternativa al modelo biomédico.
- Charles Van Riper, Robert L. Erickson. Speech Correction: An Introduction to Speech Pathology and Audiology.
- Rodríguez C, Pedro R. Hablan los Tartamudos. Caracas: Ediciones de la Universidad Central de Venezuela; 2005.
- Fundación Española de la tartamudez.

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